El karate puede ser practicado por los niños y las niñas a partir de los 4 años, que es cuando su aparato locomotor está terminando de desarrollarse y los niños ya controlan sus movimientos y son conscientes de hasta dónde pueden llegar.
Además de lo útil que puede ser como método de defensa personal, el kárate es uno de los deportes más completos física y mentalmente a los que puedes apuntar a tus hijos. Los niños y las niñas se divierten mientras aprenden disciplina, tolerancia y respeto y fomentan su desarrollo óseo y muscular.
– Mejora la coordinación psicomotriz.
– Desarrolla las destrezas, los reflejos y las reacciones.
– Descarga energía.
– Enseña educación, disciplina y respeto a todo el que nos rodea.
– Favorece el aumento de la concentración.
– Ayuda al niño a conocerse más y controlarse a sí mismo.
– Enseña valores fundamentales como la tolerancia y la responsabilidad.
– Genera la confianza de los niños en sí mismos.
– Desarrolla la fuerza, el equilibrio, la velocidad y la flexibilidad.